Un viaje a través de la historia del conocimiento neurocientífico; así
se debe acoger este libro del Dr. Alejandro Melo-Florián. Decía Ortega y
Gasset que “el hombre, es el hombre y sus circunstancias”. Del mismo
modo el autor nos conduce por los paisajes más diversos de la
investigación sobre el sistema nervioso central -precisamente sobre
aquellos aspectos que afectan a lo más íntimo del ser humano como tal- y
de las circunstancias históricas en que los hitos del conocimiento
neurocientífico se han ido produciendo. Con el hálito unificador del
humanista poco o nada escapa a su alcance: psicobiología evolucionista,
neurobiología del desarrollo, biología celular y biología funcional.
Todas estas perspectivas integradas van dando respuesta a la pregunta
inicial: ¿cómo funciona el cerebro humano? El libro, generoso en citas
célebres, resulta de lectura fácil y amena y conforme uno avanza en este
viaje va descubriendo cómo nuevos enfoques son complementarios entre sí
para comprender cómo del cerebro se desprenden sus dos principales
productos derivados: la mente y la conciencia. Productos que siempre
deseamos alcanzar a entender pero con frecuencia se nos escurren entre
los dedos de la mano como un puñado de arena. Y es precisamente esta red
de conocimientos, esta malla psicoevolutiva, la que nos permite retener
una idea más nítida de qué son y qué papel juegan en el hombre mente y
conciencia. No puedo evitar recordar aquí una de mis frases favoritas de
D. Santiago Ramón y Cajal “Todo hombre puede ser, si se lo propone,
escultor de su propio cerebro”. Efectivamente el conocimiento
neurocientífico nos está abriendo las puertas a la maquinaria que rige
el mundo de los pensamientos y la conducta humana. Y una vez dentro, si
de veras conseguimos comprender el cerebro, podemos intentar influir,
modular -o esculpir- aquellos procesos cuyo funcionamiento no
consideremos óptimo. Para ello la clave del éxito está en conocer lo
mejor posible las piezas y los mecanismos, cómo se integran y cómo se
generan los procesos
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